En el corazón de Cornellà del Terri, un pequeño pueblo al norte de Girona, se encuentra el restaurante Can Xapes, un lugar que no solo deleita con su cocina catalana contemporánea, sino que también se compromete con la formación de jóvenes en riesgo de exclusión social. Desde su apertura en 2018, este establecimiento ha logrado fusionar la alta gastronomía con un propósito social, convirtiéndose en un referente del movimiento Bib Gourmand.
El chef Lluc Quintana, alma de Can Xapes, ha construido un espacio donde la autenticidad del sabor local se encuentra con la innovación. Su trayectoria culinaria, que incluye formación en la Escuela de Hostelería de Girona y experiencia en restaurantes de renombre, le ha permitido crear un menú que resalta la riqueza de los productos de la comarca. Entre sus platos más emblemáticos se encuentra la espalda de cordero lechal, una receta que evoca los sabores de su infancia y refleja su pasión por la cocina.
El modelo de negocio de Can Xapes es único. Al ser un restaurante sin ánimo de lucro, todos los ingresos se reinvierten en la formación de más de quince jóvenes cada año, quienes aprenden tanto en cocina como en sala. La colaboración con la organización AD Iniciatives Socials ha sido clave para llevar a cabo esta misión. A través de su programa, los jóvenes adquieren habilidades que les permitirán tener un futuro más prometedor en el mundo laboral.
La propuesta gastronómica de Can Xapes se basa en un menú degustación que destaca la calidad de los ingredientes locales. Con opciones que varían de 30 a 70 euros, el restaurante busca ofrecer una experiencia accesible para todos. La importancia está en los pequeños detalles, afirma Quintana, quien se esfuerza por mantener un estándar alto sin caer en precios elitistas. Cada plato es una obra de arte que refleja el compromiso del chef con la sostenibilidad y el respeto por el producto.
El restaurante también se ha involucrado en iniciativas para combatir el desperdicio alimentario. Desde 2020, participan en las jornadas Gastrorecup, donde preparan comidas utilizando productos que de otro modo habrían sido desechados. A través de estas acciones, han logrado salvar más de 500 kg de alimentos en cada evento, demostrando que la gastronomía puede ser un motor de cambio social y ambiental.
Visitar Can Xapes no es solo una experiencia culinaria, sino una oportunidad para ser parte de un proyecto que busca hacer la diferencia en la vida de jóvenes vulnerables. En un entorno acogedor y lleno de historia, los comensales pueden disfrutar de un menú que celebra la riqueza de la cocina catalana mientras apoyan una causa noble. Sin duda, Can Xapes es un destino gastronómico que merece ser descubierto.