Pocas cosas hay en este mundo más italianas que una buena pasta. Es que, si bien la preparación data –supuestamente- de la china antigua, a orillas del Mar Mediterráneo han sabido potenciar los sabores de una preparación tan simple como deliciosa.
La materia prima del Mediterráneo, consagrada tanto en su sabor como en sus propiedades nutricionales, transforma a esta sencilla mezcla entre harina y agua –entre otras cosas- en una delicia que cualquier desea saborear.
Son miles las formas y recetas en las que se puede degustar la pasta y, Mauro Crivellin –dueño del ristorante italiano Mauro.it, de Belgrano-, sabe mejor que nadie como hacer de este tipo de preparaciones un arte.
Por suerte, Mauro Crivellin comparte con todos los cocineros amateurs cómo llevar a cabo una de sus tantas deliciosas recetas: Penne con gamberi e pesto de basilico. Obviamente, para degustar sus creaciones -de su propia mano-, podemos visitar su ristorante, Mauro.it, en 11 de Septiembre 2465, Belgrano.
Para preparar Penne con gamberi e pesto de basilico -traducido literal como Penne con langostinos y pesto de albahaca- necesitamos 400 gr de Penne Rigate italianos, 12 langostinos grandes –con cabeza si es posible-, una planta de albahaca –triturada en forma de pesto-, aceite de oliva, ajo, un poco de vino blanco seco, crema, sal y pimienta.
Comenzaremos por lavar y pelar los langostinos, quitando también la vena que pasa por el lomo de cada uno. En una sartén, saltearemos el ajo sin piel con aceite de oliva, incorporaremos los langostinos y, tras unos minutos, desglasaremos con el vino blanco. Intentando no pasar de cocción los langostinos, agregaremos un poco de crema de leche, y sal y pimienta a gusto. Colaremos la pasta-al dente- y la echaremos sobre la misma sartén –junto con el pesto de albahaca-, mezclando para que se integren todos los sabores.
Los Penne con gamberi e pesto de basilico ya están listos para servir pero, como se lo ha escuchado al propio Mauro Crivellin, ¡senza formaggio! -¡sin queso!-. Eso sí, podemos maridarlos con un buen vino blanco, para cerrar una noche en compañía más que especial.